En Nayarit, un niño tuvo un cumpleaños muy especial, de hecho fue su primer onomástico celebrado con un rico pastel.
Fue su maestra quien le hizo el día comprando la primera “torta o cake” de su vida, la cual fue compartida con sus compañeros en su humilde salón de clases.
Las imágenes compartidas muestran la emoción del menor, al grado de llegar a las lágrimas.
Al querer partir el pastel el menor no supo como hacerlo ya que nunca había tenido uno. Sus compañeros lo animaron a pedir tres deseos y hasta le sugerían darle una pequeña mordida.
Con el encabezado, “sonrisas que llegan al alma…”, la docente compartió el emotivo momento agregando que nadie nace sabiendo cómo partir un pastel.